oración
¿Un Dios cercano a nosotros?
Esta muy difundida la idea de que Dios está lejos, que es un Dios lejano y que no está cerca de nosotros, incluso entre los creyentes. Y parecer ser que solo lo vemos o lo sentimos cerca cuando estamos ante el sagrario. Parece ser que no somos conscientes, mejor dicho no somos conscientes, de que Dios está en todo cuanto hacemos y pensamos, ya sea bueno o malo.
Esta incapacidad que tenemos en muchas ocasiones, puede ser fruto de la dependencia que tenemos de nuestros sentidos externos e internos, y sobre todo de nuestra imaginación, ya que siempre tendemos a imaginarnos las cosas espirituales al igual que nos imaginamos las cosas materiales.
Imaginarnos las cosas, está bien, pero para llegar a comprender totalmente todo tenemos que ser personas humildes que busquen con buena intención la verdad. Podemos así llegar a tener claro que Dios está siempre en todo, pero esto cuesta, incluso entre los cristianos, ya que caemos muchas veces en el error de creer que solos podemos, y no nos damos cuenta que detrás de todo lo que hacemos está Dios. “No cuentas con la cercanía de Dios, y no le tienes como socio en la aventura de la vida”
Dios está en todo lo creado, ¡pero como nos cuesta ser consciente de ello! “Dios está en todo por presencia, en cuanto todo lo ve y nada se libra de su mirada divina” Al igual que en una escultura o en un cuadro está aquella parte o aquello hecho por el artista, así en nosotros también esta una “parte” de Dios.
¿Realmente somos conscientes de todo esto?, ¿Hacemos lo mismo que Él hace por nosotros? Estas preguntas pueden dar lugar a diversas respuestas, pero coincidiremos en que podemos hacer mucho más de lo que hacemos, y dar mucho más de lo que damos, dar todo a quien nos da todo.
Porque contar con Dios no es solo algo de religiosos y religiosas, ni tan solo de sacerdotes, sino algo de todos. Ya que Él está contigo en todo y para todo ¿por qué no le tratas más?, ¿Por qué no empiezas a tener un gesto amable con quién te quiere?
Maxi Troncoso Peña @maxitroncoso30 portavoz de fearless!
Reflexión entorno a «Dios en ti y tu en Dios» de Joan Marquès Suriñach
¡Jim, aquí estoy, soy Jesús!
En «Cinco panes y dos peces» Cardenal Fco. Xavier Nguyen Van Thuan, que estuvo muchos años prisionero en Vietnam, cuenta esta simpática historia sobre la oración:
«Después de mi liberación, muchas personas me han dicho: «Padre, en la prisión usted ha tenido mucho tiempo para orar». No es tan simple como se podría pensar. El Señor me ha permitido experimentar toda mi debilidad, mi fragilidad física y mental. El tiempo pasa lentamente en la prisión, particularmente durante el ai
slamiento. Imaginen una semana, un mes, dos meses de silencio… son terriblemente largos, pero cuando se transforman en años se hacen una eternidad. Un proverbio vietnamita dice: «Un día en prisión es como mil otoños fuera». ¡Hay días en que, al extremo del cansancio, de la enfermedad, no logro recitar una oración!
Me viene a la mente una historia, la del viejo Jim. Cada día, a las 12, Jim entraba a la Iglesia por no más de dos minutos y luego salía. El sacristán, que era muy curioso, un día detuvo a Jim y le preguntó:
— ¿A qué vienes cada día?
— Vengo a orar
— ¡Imposible! ¿Qué oración puedes decir en dos minutos?
— Soy un viejo ignorante, oro a Dios a mi manera.
— Pero ¿qué dices?
— Digo: Jesús, aquí estoy, soy Jim. Y me voy.
Pasaron los años. Jim, cada vez más viejo, enfermo, ingresó al hospital, en la sección de los pobres. Cuando parecía que Jim iba a morir, el sacerdote y la religiosa enfermera estaban cerca de su lecho.
— Jim, dinos ¿por qué desde que tú entraste a esta sección todo ha mejorado y la gente se ha puesto más contenta, feliz y amigable?
— No lo sé. Cuando puedo caminar, voy por todas partes visitando a todos, los saludo, platico un poco; cuando estoy en cama llamo a todos, los hago reír a todos y hago felices a todos. Con Jim están siempre felices.
— Y tú, ¿por qué eres feliz?
— Ustedes, cuando reciben diario una visita, ¿no son felices?
— Claro. Pero ¿quién viene a visitarte? Nunca hemos visto a nadie.
— Cuando entré a esta sección les pedí dos sillas: una para ustedes, y otra reservada para mi huésped, ¿no ven?
— ¿Quién es tu huésped?
— Es Jesús. Antes iba a la Iglesia a visitarlo ahora ya no puedo hacerlo; entonces, a las 12, Jesús viene.
— Y, ¿ qué te dice Jesús?
— Dice: ¡Jim, aquí estoy, soy Jesús!…
Antes de morir lo vimos sonreír y hacer un gesto con su mano hacia la silla cercana a su cama, invitando a alguien a sentarse… sonrió de nuevo y cerró los ojos.
Cuando me faltan las fuerzas y no logro ni siquiera recitar mis oraciones, repito: «Jesús, aquí estoy, soy Francisco». Me entra el gozo y el consuelo, experimento que Jesús me responde: «Francisco, aquí estoy, soy Jesús».»
¿Conoces #MinutePray ?
Nace #MinutePray. Una pequeña reflexión sobre el evangelio del día a última hora de la noche… una buena forma de acabar el día elevando la mente al Señor
Aparecerá cada día hacia las 20:30 horas el el Twitter de @2014fearless (luego se repetirá a las 22 horas, en el huso horario de España). Además se publicará hacia las 22 horas en la página de Facebook de fearless!.
Su nombre indica que, en menos de un minuto, te llevas una pequeña idea que le puede venir bien a tu alma y al alma de tus amigos. Compártelo.
Aquí te dejo los tres ya publicados:
Cuando tengas una preocupación, no dudes en contársela a tu mejor Amigo, Jesús, Él te quiere y te ayudará #MinutePray pic.twitter.com/GJbNKG70AP
— fearless! (@2014fearless) Mayo 6, 2014
Todo el estudio de estos días, hecho para Dios, te acerca al Cielo #MinutePray pic.twitter.com/OVUSOBvDka
— fearless! (@2014fearless) Mayo 5, 2014
Felicidades a todas las madres del mundo pic.twitter.com/hOXlZ2njrz
— fearless! (@2014fearless) Mayo 4, 2014
Felicidades Santo Padre, por el Santo de hoy
Cuando uno es Papa tiene dos santos, el de toda su vida, y el del nombre que ha elegido como Sumo Pontífice.

Hoy, día de San Jorge, es uno de ellos, y no podemos dejar de rezar por él de forma especial en su día, para agradecerle la ilusión y la alegría con la que nos está transmitiendo el mensaje cercano de Jesucristo. Con un Padre así, todo es más facil
Me gusta recordar este simpático vídeo de hace poco más de un año en el que unos niños se imaginaban al nuevo Papa:
Cada Tres Segundos Ocurre Algo Terrible En El Mundo, Y Estos Niños Te Lo Dirán Cantando
Una idea muy gráfica para hacernos pensar sobre el mundo que estamos construyendo. Como dijo el Papa Francisco: “en la reconstrucción de un mundo desgarrado, llamado por el papa Benedicto XV ‘masacre inútil’, y aún resuena hoy, tan oportuno como siempre, su apremiante llamamiento: con la paz nada se pierde, con la guerra todo puede ser” #prayforVenezuela #prayforSiria
Las guerras destrozan muchas vidas. Pienso especialmente en los niños a los que les han robado su infancia.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 18, 2014
Homilía del Papa Francisco del Domingo de Ramos 2014
Esta semana comienza con una procesión festiva con ramas de olivo: todo el pueblo acoge a Jesús. Los niños y los jóvenes cantan, alaban a Jesús. Pero esta semana va adelante en el misterio de la muerte de Jesús y de su resurrección.
Hemos escuchado la Pasión del Señor. Nos hará bien preguntarnos ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo ante mi Señor? ¿Quién soy yo, delante de Jesús entrando en Jerusalén en este día de fiesta? ¿Soy capaz de expresar mi alegría, de alabarlo? ¿O tomo las distancias? ¿Quién soy yo, delante de Jesús que sufre?
Hemos oído muchos nombres: tantos nombres. El grupo de líderes religiosos, algunos sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley que había decidido matarlo. Estaban esperando la oportunidad de apresarlo ¿Soy yo como uno de ellos? Incluso hemos oído otro nombre: Judas. 30 monedas. ¿Yo soy como Judas? Hemos escuchado otros nombres: los discípulos que no entendían nada, que se quedaron dormidos mientras el Señor sufría. ¿Mi vida está dormida? ¿O soy como los discípulos, que no entendían lo que era traicionar a Jesús? ¿O como aquel otro discípulo que quería resolver todo con la espada: soy yo como ellos? ¿Yo soy como Judas, que finge amar y besa Maestro para entregarlo, para traicionarlo? ¿Soy yo, un traidor? ¿Soy como aquellos líderes religiosos que tienen prisa en organizar un tribunal y buscan falsos testigos? ¿Soy yo como ellos?
Y cuando hago estas cosas, si las hago, ¿creo que con esto salvo al pueblo? ¿Soy yo como Pilato que cuando veo que la situación es difícil, me lavo las manos y no sé asumir mi responsabilidad y dejo condenar – o condeno yo – a las personas? ¿Soy yo como aquella muchedumbre que no sabía bien si estaba en una reunión religiosa, en un juicio o en un circo, y elije a Barrabás?
Para ellos es lo mismo: era más divertido, para humillar a Jesús. ¿Soy yo como los soldados que golpean al Señor, le escupen, lo insultan, se divierten con la humillación del Señor? ¿Soy yo como el Cireneo que regresaba del trabajo, fatigado, pero que tuvo la buena volunta de ayudar al Señor a llevar la cruz? ¿Soy yo como aquellos que pasaban delante de la Cruz y se burlaban de Jesús?: «¡Pero… tan valeroso! ¡Que descienda de la cruz, y nosotros creeremos en Él!».
La burla a Jesús… ¿Soy yo como aquellas mujeres valientes, y como la mamá de Jesús, que estaba allí, y sufrían en silencio? ¿Soy yo como José, el discípulo escondido, que lleva el cuerpo de Jesús con amor, para darle sepultura? ¿Soy yo como estas dos Marías, que permanecen en la puerta del Sepulcro, llorando, rezando? ¿Soy yo como estos dirigentes que al día siguiente fueron a los de Pilato para decir: «Pero, mira que éste decía que habría resucitado; pero que no venga otro engaño», y frenan la vida, bloquean el sepulcro para defender la doctrina, para que la vida no salga afuera? ¿Dónde está mi corazón? ¿A cuál de éstas personas yo me parezco?
Que esta pregunta nos acompañe durante toda la semana.
Se puede ver el vídeo; la homilia empieza en este momento: 1h7m58s