Dice el Cardenal Francisco Xavier Nguyten Van Thuan en «Cinco panes y dos peces»: «Queridos jóvenes, el Papa Juan Pablo II les lanza su mensaje: «Encontraréis a Jesús allí donde los hombres sufren y esperan: en los pequeños pueblos diseminados en los continentes, aparentemente al margen de la historia, como era Nazaret cuando Dios envió su Ángel a María; en las grandes metrópolis donde millones de seres humanos frecuentemente viven como extraños… Jesús vive junto a nosotros… su rostro es el de los más pobres, de los marginados, víctimas casi siempre de un modelo injusto de desarrollo, que pone el beneficio en el primer puesto y hace del hombre un medio en lugar de un fin… Jesús vive entre los que le invocan sin haberlo conocido… Jesús vive entre los hombres y las mujeres ‘que se honran con el nombre de cristianos’… En vísperas del tercer milenio, cada día es más urgente reparar el escándalo de la división entre los cristianos» (Mensaje para la XII Jornada Mundial de la Juventud, 1997, n. 4 y 5). El más grande error es el no darse cuenta que los otros son Cristo. Hay muchas personas que no lo descubrirán sino hasta el último día.
Jesús fue abandonado en la Cruz y ahora lo sigue estando en el hermano y en la hermana que sufre en cualquier rincón del mundo. La caridad no tiene límites; si los tiene no es caridad.»