San Josemaría

¡Estudiar/trabajar es algo bueno!

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Crucifijo al trabajarTodos hemos empezado ya el curso: estudio, trabajo… todos sentimos ya el agobio y el estrés típico del día a día y seguro que muchos estamos deseando que llegue un fin de semana, el siguiente puente o las siguientes vacaciones para tener algún momento de descanso. No te preocupes, es normal y está muy bien. Pero he de decirte que, aunque estés deseando que pase todo esto, todo el trabajo y el estudio de estos días merece la pena y ¡es bueno! Veamos por qué.
Dios creó al hombre para que gobernase el mundo. El trabajo existía desde los primeros momentos de la Creación, pero fue a partir del pecado original cuando éste empezó a costar esfuerzo. Luego, cuando tú y yo trabajamos estamos participando de la Creación. En el Génesis, después de cada cosa que Dios iba creando pone: “y vio Dios que era bueno” por lo que cuando acabamos nuestra jornada de estudio y/o trabajo, es un buen momento para preguntarle a Dios: ¿has visto si mi trabajo ha sido bueno?
Aquí está la clave: ¿qué es para Dios un “trabajo bueno”? No es sólo aquel que nos ha salido estupendo, sino es aquel en el que también hemos puesto todo nuestro esfuerzo y todo nuestro amor.
No debemos estudiar solo para aprobar, ni trabajar solo porque es lo que toca y hay que ganar dinero; sino que tenemos que hacerlo de cara a Dios y por amor a Él. Nosotros estamos aquí para ser santos y ¡tú puedes ser santo a través del estudio y del trabajo! y santo “es el que ofrece a Dios su trabajo bien hecho y convierte ese esfuerzo en una ofrenda a Dios”. Se trata de sacar una sonrisa a Dios. Cuando pienses que te ha ido muy mal el día de estudio o de trabajo, no te preocupes, a Dios se le ha caído la baba viendo lo mucho que te has estado esforzando. “Lo que Él quiere es que le ofrezcamos algo con cariño… y ese cariño se llama esfuerzo, se llama deseo de hacerlo por Él”. Acuérdate de Él antes de empezar y ofréceselo por tu familia, por tu apostolado con tal amigo, por el Papa… Ponte un crucifijo cerca y cada vez que te entren las ganas de tirar la toalla dile: “Quiero estar contigo en la Cruz. Aquí sigo por amor a Ti y me voy a esforzar solo por Ti”.
Frase-17cY cuando lleguen los exámenes no te olvides de Dios: “si por exámenes dejas de ir a Misa o de hacer oración, no digas que santificas tu estudio. Di que eres un desordenado y que es tu pereza acumulada la que hace que cambies a Dios por media hora más de estudio”. ¡No le dejes de lado nunca! Él te lo recompensará y le pondrás muy contento. “¿No crees que es un poco incoherente querer ser santo a través del estudio y que sea tu estudio el que te aleje de Dios?”.
Además, el estudio y el trabajo nos tienen que servir también para ayudar a los demás. Tenemos que intentar destacar y hacer todo con espíritu cristiano. Con tu ejemplo harás mucho bien a todos los de tu alrededor y gracias a tu trabajo bien hecho, a tu esfuerzo y a esa sonrisa que has tenido en todo momento, los demás verán a Cristo en ti y será una manera de poder hacer apostolado. Y por supuesto, el trabajo y el estudio nos hará fomentar nuestras virtudes e ir mejorando en ellas.
¿Has visto como sí que era bueno estudiar y/o trabajar tanto para con Dios, como para con los demás, como para conmigo mismo?
Para llegar al Cielo tenemos que santificar nuestra vida ordinaria: ¿qué voy a santificar entonces si no santifico lo que hago la mayor parte del día: estudiar o trabajar? ¡Ánimo, te estás ganando el Cielo!
San Josemaría decía en un punto de Camino: “oras, te mortificas, trabajas en mil cosas de apostolado…, pero no estudias. — No sirves entonces si no cambias”. Pídele ayuda al Señor para que te enseñe a encontrarle entre tus libros, en tu mesa de trabajo… y para que sepas hacer todo siempre por Él.

Elena Cepeda @cepe95 Estudiante de Óptica y Optometría en la UCM

Reflexión en torno al libro “A Dios le importas” de Antonio Pérez Villahoz

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San Josemaría: la fuerza de un santo

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Seguro que alguna vez has oído hablar de San Josemaría, fundador del Opus Dei.
No sé si alguna vez has oído hablar a San Josemaría; te dejo un vídeo con un pequeño resumen de su mensaje.
Fíjate en la fuerza de su mensaje:
«Si los cristianos viviéramos de veras conforme a nuestra fe, se produciría la más grande revolución de todos los tiempos… ¡La eficacia de la corredención depende también de cada uno de nosotros! –Medítalo» (Surco, 945)