Juan Pablo II
Comunión y Liberación: Cristo tiene que ver con todo
Conociendo a la persona:
Nombre: Pablo Saco Edad: 21 años
Estudios: 4º Relaciones Laborales y Empleo en la U. Carlos III
Comunión y liberación nace de un sacerdote italiano que empieza a dar clase de religión en la universidad. Se da cuenta que sus alumnos no viven la fe, o se limitan a cuando están en la parroquia. A través de la convivencia con ellos les enseña a disfrutar y juzgar por ellos mismos la realidad, a confrontarse con el deseo humano que todos tenemos y por tanto a buscar a Dios en todo.
¿Qué aporta Comunión y Liberación a la Iglesia?
Santa Teresa de Calcuta
Pequeña biografía
El 4 de septiembre fue canonizada la Madre Teresa de Calcuta y pocos son los que no han oído aún hablar de ella. Nacida en Skopje, capital de la actual Macedonia, en 1910. En 1928 dejó su casa por sentirse atraída por Dios a entregarse a Él en la India. Para ello viajó a Irlanda, donde entró en la congregación de las Hermanas de Loreto. Su siguiente paso fue ir a la India, donde ejerció como profesora hasta que sintió la “llamada dentro de la llamada”.
En un desplazamiento que tuvo que realizar en tren la Madre vio un hombre moribundo en la calle y Dios la hizo saber que quería que Le sirviera en esos sus más pequeños, en los despreciados por la sociedad, en “los más pobres entre los pobres”. Así, Teresa logró obtener permiso para vivir como monja fuera de su comunidad (exclaustración), y así poder servir a Cristo sufriente, intentando mitigar ese “TENGO SED” que pronunció en la Cruz. Porque la Madre Teresa fue testigo de que Cristo tiene sed, sed de almas, sed amor… y nosotros, lo sepamos o no, también tenemos sed de Él.
No era una labor segura (una mujer, católica y sola por entre los suburbios de Calcuta), y mucho menos fácil (una sola mujer para intentar sanar las heridas, no tanto corporales como espirituales de la sociedad). Aún así la Madre siguió adelante y, poco a poco, sin irlo buscando, ha fundado una de las congregaciones femeninas con más vocaciones: las Misioneras de la Caridad. Además, ha sido galardonada con el Nobel de la Paz y conocida en el mundo entero, ganándose el respeto de católicos, judíos, hindúes, musulmanes…
Pero, ¿cómo una sola persona puede hacer todo eso? Tres son las cosas que la Madre exigía a sus Hijas, a las Misioneras de la Caridad: total entrega a Dios, confianza amorosa y una perfecta alegría.
TOTAL ENTREGA A DIOS
La Madre era consciente de sus limitaciones y sabía que toda la obra que estaba llevando a cabo no era suya, sino de Dios. Así, ella se definió como un lápiz en las manos de Dios. ¡Qué hermosa comparación! ¡Un lápiz! Así, la Santa podría decir, como san Pablo, “vivo yo pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi”, es Cristo quien obra en mi.
Y así, ahora también todas sus hijas piden a Dios, después de cada Eucaristía, ser un instrumento de su paz, para poner amor donde hay odio, alegría donde hay tristeza, verdad donde hay error, para dar consuelo a los desconsolados y esperanza a los abatidos. Un consuelo y una esperanza, una verdad, una paz y una alegría que sólo pueden venir de Dios. Así, experimentan como hay más alegría en dar que en recibir, en entregarse a Cristo en los hermanos. Como decía otra santa Teresa, las Misioneras viven ese “solo Dios basta”. Y son verdaderamente felices, a pesar del sufrimiento.
Las Misioneras han consagrado su vida totalmente a Dios, y no solo le tratan a través de los pobres, cuyos cuerpos heridos y putrefactos son, a sus ojos (y deberían serlo también a nuestros ojos) el Cuerpo llagado de Nuestro Señor, sino también en ese gran Regalo que nos dejó Jesús: su Cuerpo y su Sangre, su Alma y su Divinidad, es decir, Él mismo, que se queda, que ESTÁ con nosotros en el Sacramento de la Eucaristía. Las Hermanas rezan varias horas al día, amando al Amado, sediento de nuestro amor, y saciando a la vez la sed que ellas tienen en Su Amor.
CONFIANZA AMOROSA
Como el niño que no sabe dormirse
sin cogerse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse
sobre tus manos, al caer la tarde.
Como el niño que sabe que alguien vela
su sueño de inocencia y esperanza,
así descansará mi alma segura
sabiendo que eres tú quien nos aguarda.
Tú endulzarás mi última amargura,
tú aliviarás el último cansancio,
tú cuidarás los sueños de la noche,
tú borrarás las huellas de mi llanto.
Tú nos darás mañana nuevamente
la antorcha de la luz y la alegría,
y, por las horas que te traigo muertas,
tú me darás una mañana viva.
La Madre, y siguiendo su ejemplo todas sus Hijas, confían plenamente en su Amado, en aquel a quien se han entregado sin reservas. Y así, Teresa no se preocupó de “qué pasará” ni de cómo obtener los medios materiales para su labor, pues sabía, desde lo más hondo de su corazón, que el que la había llamado, en Su infinito Amor, iba aponer los medios necesarios.
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?». Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción. (Mt 6, 25-34)
¡Qué gran gozo del alma saberse siempre y en todo momento amada y sostenida por su Creador y Señor, por el Amor mismo! ¡Y qué gran ejemplo el de la Madre Teresa y las Misioneras de la Caridad, que confiaron y confían plenamente en la Palabra de Jesús!
PERFECTA ALEGRÍA
¿Qué otra cosa se puede esperar de aquellos que han encontrado la única Fuente que puede saciar la sed de Amor del ser humano que la alegría?
Porque cada uno tenemos sed, sed de amor, pero de Amor de verdad, de un Amor que solo Él, Dios, Amor absoluto, infinito, puede saciar. Y una vez encontrada esa fuente, una vez habiendo entregado el corazón por completo al Amor de los amores con confianza amorosa, como el esposo y la esposa, la vida se vuelve plenamente feliz. Esto es lo que aprendemos de una pequeña (metro y medio) y GRAN mujer, que siguiendo el ejemplo de nuestra amadísima Madre, modelo de entrega, amor y confianza en Dios, modelo de todo cristiano, vivió feliz. Feliz porque encontró el sentido de la vida en Dios. Feliz porque se supo infinitamente amada a pesar de su pequeñez. Feliz porque se dio sin reservas.
“¡No tengáis miedo a la verdad de vosotros mismos!¡No tengáis miedo a abrir de par en par las puertas a Cristo!” (San Juan Pablo II)
“La santidad no es para unos pocos, Dios llama a TODOS” (Santa Teresa de Calcuta)
Miguel Moreno Galiano @mmorenogaliano Semitarista de primer año en Madrid. Colaborador de @2014fearless
El Camino Neocatecumenal tiene su esencia en la Evangelización

El Papa Francisco en Iuvenescit Ecclesia (La Iglesia rejuvenece), se dirigió a los obispos de todo el mundo para hablar de los movimientos eclesiales. De ellos dijo que “es más necesario que nunca reconocer y apreciar los muchos carismas que pueden despertar y alimentar la vida de fe del pueblo de Dios […] Proponen formas renovadas de seguimiento de Cristo en los que profundizar la comunión con Dios y la comunión con los fieles, llevando a los nuevos contextos sociales la atracción del encuentro con el Señor Jesús y la belleza de la existencia cristiana vivida integralmente. […] Los dones carismáticos se distribuyen libremente por el Espíritu Santo para que la gracia sacramental lleve sus frutos a la vida cristiana de diferentes maneras y en todos sus niveles”.
Ante lo que propone el Papa, ¿qué podemos hacer los jóvenes? Contar nuestra experiencia dentro de movimientos concretos. Por ello, algunos jóvenes explicarán movimientos diferentes, a partir de su vivencia personal, en distintas entradas del blog. Esta primera, es una “autoentrevista” sobre el Camino Neocatecumenal.
Conociendo a la persona:
Nombre: Sara Calonge |
Redes sociales:Instagram: saracalongeTwitter: @saracalongegSnapchat: saracalonge |
Edad: 20 añosEstudios: 3º Periodismo y Humanidades, Carlos III |
Origen
El Camino Neocatecumenal es una organización católica aprobada por la Santa Sede. Se presenta como un itinerario de formación católica postbautismal o fundación de bienes espirituales. Su iniciador es el laico Kiko Argüello, junto a Carmen Hernández y al sacerdote Mario Pezzi. Fue iniciado en los 60 en las chabolas de gitanos del barrio de Palomeras y actualmente está presente en al menos 120 países, junto con 102 seminarios Redemptoris Mater. El 13 de junio de 2008 se entregó el decreto de la aprobación definitiva de los Estatutos del Camino Neocatecumenal.
Qué aporta el Camino Neocatecumenal a la Iglesia.
Aporta una nueva forma de evangelización, acercándose a personas marginales, drogadictas y a personas que ya estaban en la Iglesia. Da vitalidad con familias numerosas, comunidades y familias en misión, numerosas vocaciones…Por el tipo de gente que lo integra, creo que “hacemos lío”: la gente no suele ser muy ordenada y discreta, pero sí muy lanzada a la hora de salir a la calle y anunciar a Cristo o, incluso, de irse en misión o entregarse a la vida consagrada.
En una palabra, qué es lo que caracteriza al Camino Neocatecumenal.
El Camino tiene su esencia en la Evangelización.
Cómo se organizan los miembros dentro del movimiento.
Nos organizamos en comunidades que suelen estar formadas por 30-40 personas. Existe un equipo responsable de la comunidad y un equipo de catequistas que ayudan y guían a los neocatecumenales en su camino de fe, respetando la libertad de cada persona. La comunidad no se forma por edades, sino por catequizaciones. Por eso, si una anciana y un adolescente de 15 años asisten a las mismas catequesis iniciales, estarán en una misma comunidad. El objetivo es enriquecer tanto a jóvenes como adultos que escuchan las vivencias de cada uno.
Cada movimiento tiene unos puntos de encuentro regulares para vivir su carisma. ¿Cuáles son los del Camino?
En el Camino, el carisma se vive a través de lo que se conoce como “trípode”, es decir, la asistencia a la Palabra, a la Eucaristía y a la convivencia.
La Palabra consiste en la lectura semanal de la Biblia, centrándonos en un tema bíblico. En cuanto a la Eucaristía, se la presenta como punto central de la vida cristiana y se han recuperado ritos de las primeras comunidades cristianas, con la aprobación del Vaticano. Por último, está la convivencia, un domingo al mes. En ella, se reúne la comunidad y exponen sus vivencias durante el mes, presentando su situación personal y cómo han visto a Dios presente en los acontecimientos de ese tiempo.
Desde cuándo lo conoces y en qué te ha cambiado
Mi padre conoció el Camino con 17 años y mi madre al empezar a salir con mi padre. Por ello, conozco el camino desde que nací. El Camino me ha cambiado en la forma de tratar a la gente, intento llevar la alegría de Cristo allá donde puedo y soy feliz. En el Camino he encontrado una forma de vivir la fe dentro de la Iglesia, con un “estilo” que se adapta a mi personalidad y a los dones que he recibido. Soy ruidosa, impuntual, un poco desorganizada, flexible, me gusta hacer la misión popular en las plazas,cantar…encajo bien en el perfil de “kika” jajaja
Algo más que quieras decir
Estoy muy agradecida por haber nacido en una familia del Camino, pero también por haber conocido en profundidad otros movimientos eclesiales: estudié unos años en un colegio del Opus Dei, mi novio es de Comunión y Liberación, sus hermanos de Schoenstatt, tengo una amiga que perteneció a Focolares (ahora es monja)… La Iglesia cuenta con una riqueza humana enorme y recomiendo a todos los jóvenes interesarse por conocer bien, de cerca, algún movimiento más aparte del suyo.
Por Sara Calonge @Saracalongeg Estudiante de 3º de Humanidades y Periodismo
Es a Jesús a quien buscás cuando sueñas la felicidad
En
realidad, es a Jesús a quien buscáis cuando soñáis la felicidad; es Él quien os espera cuando no os satisface nada de lo que encontráis; es Él la belleza que tanto os atrae; es Él quien os provoca con esa sed de radicalidad que no os permite dejaros llevar del conformismo; es Él quien os empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es Él quien os lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar.
Es Jesús el que suscita en vosotros el deseo de hacer de vuestra vida algo grande, la voluntad de seguir un ideal, el rechazo a dejaros atrapar por la mediocridad, la valentía de comprometeros con humildad y perseverancia para mejoraros a vosotros mismo y a la sociedad, haciéndola más humana y fraterna.
Es propio de la condición humana, y especialmente de la juventud, buscar lo absoluto, el sentido y la plenitud de la existencia. Queridos jóvenes, ¡no os contentéis con nada que esté por debajo de los ideales más altos! No os dejéis desanimar por los que, decepcionados de la vida, se han hecho sordos a los deseos más profundos y más auténticos de su corazón. Tenéis razón en no resignaros a las diversiones insulsas, a las modas pasajeras y a los proyectos insignificantes. Si mantenéis grandes deseos para el Señor, sabréis evitar la mediocridad y el conformismo, tan difusos en nuestra sociedad.
Ponencia de Monseñor Reig Plá. Obispo de Alcalá de Henares
Intervención del obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pl. en el IV Congreso de Educadores Católicos organizado por la Fundación Educatio Serenada que abordó el tema ‘Fracaso ¿escolar? De la persona a su plenitud’ y que se celebró en el Colegio Juan Pablo II, en Alcorcón. Excelente reflexión
Homilía de Papa Francisco del 28-XII-2014
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Antes que nada una pregunta y una curiosidad. Díganme: ¿a qué hora se han despertado hoy? ¿a las seis? ¿a las cinco? ¿y no tienen sueño? ¡Pero yo con este discurso los hare dormir!
Estoy contento de encontrarlos en ocasión de los diez años de la Asociación que reúne en Italia a las familias numerosas. ¡Se ve que ustedes aman a la familia y aman la vida! Y es bello agradecer al Señor por esto en el día en el cual celebramos la Sagrada Familia.
El Evangelio de hoy nos muestra a María y José que llevan al Niño Jesús al templo, allí encuentran a dos ancianos, Simeón y Ana, que profetizan sobre el Niño. Es la imagen de una familia “alargada”, un poco como son sus familias, donde las diversas generaciones se encuentran y se ayudan. Agradezco a Mons. Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, – especialista en hacer estas cosas – que ha deseado tanto este momento, y a Mons. Beschi, que ha fuertemente colaborado en hacer nacer y crecer su Asociación, surgida en la ciudad del beato Pablo VI, Brescia.
Han venido con los frutos más bellos de su amor. La maternidad y la paternidad son dones de Dios, pero recibir este don, maravillarse de su belleza y hacerlo resplandecer en la sociedad, esto es su tarea. Cada uno de sus hijos es una creatura única que no se repetir nunca más en la historia de la humanidad. Cuando se entiende esto, es decir que cada uno ha sido querido por Dios, ¡nos quedamos sorprendidos de cuanto grande es el milagro de un hijo! ¡Un hijo cambia la vida! Todos nosotros hemos visto – hombres, mujeres – que cuando llega un hijo la vida cambia, es otra cosa. Un hijo es un milagro que cambia una vida. Ustedes, niños y niñas, son propio esto: cada uno de ustedes es un fruto único del amor, vienen del amor y crecen en el amor. ¡Son únicos, pero no solos! Y el hecho de tener hermanos y hermanas les hace bien: los hijos y las hijas de una familia numerosa son más capaces de la comunión fraterna desde la primera fase de la infancia. En un mundo marcado frecuentemente por el egoísmo, la familia numerosa es una escuela de solidaridad y de convivencia; y estas actitudes luego son un beneficio para toda la sociedad.
Ustedes, niños y jóvenes, son los frutos del árbol que es la familia: serán frutos buenos cuando el árbol tiene buenas raíces – que son sus abuelos – y un buen tronco – que son sus padres – Decía Jesús que todo árbol bueno da frutos buenos y que todo árbol malo da frutos malos (cfr. Mt 7,17). La gran familia humana es como un bosque, donde los arboles buenos traen solidaridad, comunión, confianza, ayuda, seguridad, sobriedad feliz, amistad. La presencia de las familias numerosas es una esperanza para la sociedad. Y por esto es muy importante la presencia de los abuelos: una presencia preciosa sea por la ayuda práctica, sea sobre todo por el aporte educativo. Los abuelos cuidan en sí los valores de un pueblo, de una familia, y ayudan a los padres a transmitirlos a los hijos. En el siglo pasado, en muchos países de Europa, han sido los abuelos a transmitir la fe: ellos llevaban a escondidas al niño a recibir el bautismo y transmitían la fe.
Queridos padres, les estoy agradecido por el ejemplo de amor a la vida, que ustedes cuidan desde el concebimiento hasta el fin natural, a pesar de todas las dificultades y lo pesado de la vida, y que lamentablemente las instituciones públicas no siempre los ayudan a llevar adelante. Justamente ustedes recuerdan que la Constitución Italiana, en el artículo 31, exige una atención especial a las familias numerosas; pero esto no encuentra un adecuado reflejo en los hechos. Se queda en las palabras. Deseo pues, pensando también a la baja natalidad que de hace tiempo se registra en Italia, una mayor atención de la política y de los administradores públicos, a todo nivel, con el fin de dar la ayuda prevista para estas familias. Cada familia es célula de la sociedad, pero la familia numerosa es una célula más rica, más vital, y el ¡Estado tiene todo el interés de invertir en ella!
Sean bienvenidas las familias reunidas en Asociaciones – como esta italiana y como aquellas de otros países europeos, aquí representados – y sea bienvenida la red de asociaciones familiares capaces de estar presentes y visibles en la sociedad y en la política. San Juan Pablo II, en este sentido, escribía: «las familias deben crecer en la conciencia de ser protagonistas de la llamada política familiar y deben asumir la responsabilidad de transformar la sociedad: diversamente las familias serán las víctimas de aquellos males que se han limitado a observar con indiferencia» (Exh. Ap. Familiaris consortio, 44). El compromiso que las asociaciones familiares desarrollan en los diversos “foros”, nacionales y locales, es propio aquel de promover en la sociedad y en las leyes del estado los valores y las necesidades de la familia.
Bienvenidos también los movimientos eclesiales, en los cuales ustedes miembros de las familias numerosas están particularmente presentes y activos. Siempre agradezco al Señor al ver a papás y mamás de las familias numerosas, juntos a sus hijos, comprometidos en la vida de la Iglesia y de la sociedad. Por mi parte les acompaño con mis oraciones, y les encomiendo bajo la protección de la Sagrada Familia de Jesús, José y María. Y una bella noticia es que propio en Nazaret se está realizando una casa para las familias del mundo que van en peregrinación allá donde Jesús creció en edad, sabiduría y gracia. (cfr. Lc 2,40).
Rezo en especial por las familias más afectadas por la crisis económica, aquellas donde el papá o la mamá han perdido el trabajo, – y esto es duro – donde los jóvenes no logran encontrarlo; las familias heridas en sus sentimientos y aquellas tentadas a rendirse a la soledad y la división.
¡Queridos amigos, queridos padres, queridos jóvenes, queridos niños, queridos abuelos, buena fiesta a todos ustedes! Cada una de sus familias sea siempre rice de ternura y de la consolación de Dios. Con afecto los bendigo. Y ustedes, por favor, continúen a rezar por mí, que yo soy un poco el abuelo de todos ustedes. ¡Recen por mí! Gracias.
(Traducción del italiano, Renato Martinez – Radio Vaticano)
Gracias San Juan Pablo II por…
Gracias por tantas cosas: por tu sonrisa, por las Jornadas Mundiales de la Juventud, por el Totus Tuus, por tu cariño a la Virgen, por tu fortaleza, por tu ejemplo, por regalar tanto rosarios, por…
¡Seguid a Cristo!
“Quisiera preguntaros a cada uno de vosotros: ¿Qué vas a hacer de tu vida? ¿Cuáles son tus proyectos? ¿Has pensado alguna vez en entregar tu existencia totalmente a Cristo? ¿Crees que pueda “haber algo más grande que llevar a Jesús a los hombres y los hombres a Jesús?.
Os halláis en la encrucijada de vuestras vidas y debéis decidir cómo podéis vivir un futuro feliz, aceptando las responsabilidades del mundo que os rodea. Me habéis pedido que os dé ánimos y orientaciones, y con mucho gusto os ofrezco algunas palabras en el nombre de Jesucristo.
En primer lugar os digo: no penséis que estáis solos en esa decisión vuestra y en segundo lugar que cuando decidáis vuestro futuro, no debéis decidirlo sólo pensando en vosotros.
La convicción que debemos compartir y extender es que la llamada a la santidad está dirigida a todos los cristianos. No se trata del privilegio de una élite espiritual. No se trata de que algunos se sientan con una audacia heroica. No se trata de un tranquilo refugio adaptado a cierta forma de piedad o a ciertos temperamentos naturales. Se trata de una gracia propuesta a todos los bautizados, según modalidades y grados diversos.
La santidad cristiana no consiste en ser impecables, sino en la lucha por no ceder y volver a levantarse siempre, después de cada caída. Y no deriva tanto de la fuerza de voluntad del hombre, sino más bien del esfuerzo por no obstaculizar nunca la acción de la gracia en la propia alma, y ser, más bien, sus humildes «colaboradores».
Cada laico cristiano es una obra extraordinaria de la gracia de Dios y está llamado a las más altas cimas de santidad. A veces éstos no parecen apreciar totalmente la divinidad de su vocación. Su específica vocación y misión consiste en -como levadura- meter el Evangelio en la realidad del mundo en que viven.
¡Seguid a Cristo: vosotros, los solteros todavía, o los que os estáis preparando para el matrimonio! ¡Seguid a Cristo! Vosotros jóvenes o viejos. ¡Seguid a Cristo! Vosotros enfermos o ancianos, los que sentís la necesidad de un amigo: ¡Seguid a Cristo!”
Juan Pablo II
De ti cuelgan varios
“El cristianismo es la religión del eslabón”. De cada uno de nosotros cuelgan varios y debemos ser capaces de que los demás puedan llegar a Dios a través de cada uno.
Juan Pablo II animaba a los jóvenes diciendo:
“Id con confianza al encuentro de Jesús, no tengáis miedo de hablar de Él pues Cristo es la respuesta verdadera a todas las preguntas sobre el hombre. Es preciso que vosotros jóvenes os convirtáis en apóstoles de vuestros coetáneos. Sé muy bien que esto no es fácil; muchas veces tendréis la tentación de decir, como el profeta Jeremías: ¡Oh Señor! Que no sé expresarme, que soy un muchacho. No os desaniméis, porque no estáis solos; el Señor nunca dejará de acompañaros con su gracia y el don del Espíritu Santo”.
Si tienes un gran trato con el Señor y vas aumentando esa relación, cada día un poquito más, en la oración, ese deseo de hablar de Dios a los demás irá creciendo. Ser cristiano es un regalazo, es tenerlo todo, tener lo más grande: Dios. ¿Cómo no vas a darlo a conocer a los demás?
Elena Cepeda @cepe95 Portavoz de fearless! Estudiante de 2º de Óptica en la UCM
Reflexiones en torno a “Dios en On” de José Pedro Manglano @manglano_org
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