Mes: junio 2015
Libertad y Providencia
Magnífica reflexión
Uno, dos y tres volver a empezar
Ya ha pasado tiempo desde que leí y contesté a una pregunta en el muro de Facebook de una amiga. Me acuerdo que le contesté directamente pero no llegó a entender mi argumento. Así que con las prisas decidí grabarle un audio y mandárselo. Ahí le hablé de lo que me sugería o entendendía según lo que he leído y recibido de formación. La pregunta rezaba así: ¿Existe el compromiso o es más la Providencia?
A bote pronto esto fue lo que le contesté: Duda y contesto: ¿A qué te refieres con la Providencia, a si uno no se compromete con algo sino que Dios te lo pone en el camino y tú accedes a ello? Bueno, el compromiso existe porque Dios nos ha dado la voluntad para querer algo, hacerlo y responsabilizarnos con ello. También nos ha dado la libertad para dejarnos actuar en conciencia con lo…
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Ponencia de Monseñor Reig Plá. Obispo de Alcalá de Henares
Intervención del obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pl. en el IV Congreso de Educadores Católicos organizado por la Fundación Educatio Serenada que abordó el tema ‘Fracaso ¿escolar? De la persona a su plenitud’ y que se celebró en el Colegio Juan Pablo II, en Alcorcón. Excelente reflexión
¿Tengo ánimo, fuerza, valentía para tocar a los marginados? #enSantaMarta
El primero en mancharse las manos fue Jesús, acercándose a los excluidos de su tiempo. Se ensució las manos, por ejemplo, tocando a los leprosos, curándolos. Y enseñando a la Iglesia la importancia de la cercanía. Lo cuenta el Evangelio de hoy: un enfermo de lepra que se adelanta y se postra ante Jesús, diciéndole: Señor, si quieres, puedes limpiarme (Mt 8,2). Y Jesús lo toca y lo sana.
El milagro ocurre a los ojos de los doctores de la ley, para quienes el leproso era un impuro. La lepra era una condena de por vida, y ¡curar a un leproso era tan difícil como resucitar un muerto! Por eso eran marginados. Jesús, en cambio, tiende la mano al excluido y muestra el valor fundamental de una palabra: cercanía. No se puede hacer comunidad sin cercanía. No se puede hacer la paz sin cercanía. No se puede hacer el bien sin acercarse. Jesús podía haberle dicho: ¡Cúrate! Pero no, se acercó y lo tocó (cfr. Mt 8,3). ¡Y mucho más, porque en el momento en que Jesús tocó al impuro, él mismo se hace impuro! Es el misterio de Jesús: toma sobre sí nuestras suciedades, nuestras cosas impuras. San Pablo lo dice muy bien: Siendo igual a Dios, no lo estimó como cosa a que aferrarse, sino que se anonadó a sí mismo (Flp 2,6-7). Y luego, San Pablo va más allá: Se hizo pecado (2Cor 5,21). ¡Jesús se hizo pecado, se excluyó, tomó sobre sí la impureza, por acercarse a nosotros!
Ser homosexual es un sufrimiento, no es una elección o un pecado o algo inocuo
Quien habla así es Philippe Ariño, homosexual español de 34 años, que actualmente enseña idiomas en París. Blogger y participante del mundo del activismo LGBT, se empezó a hablar de él en 2011, cuando reveló que había cambiado de vida. En 2013 guió en primera línea la batalla contra la legalización del “matrimonio para todos” francés y es autor del libro -ahora en italiano- Omosessualità controcorrente, que en Francia ha vendido más de diez mil copias.
Fue él quien aconsejó a Frigide Barjot, ex portavoz de la Manif pour tous, que no hablara de heterosexualidad, porque «entonces se pierde no sólo la batalla, sino también la guerra».
Entrevistado por Tempi.it, Ariño explica que «para salvar al ser humano de sí mismo hay que ir al origen del problema. Es lo que intentamos hacer en la calle con los Veilleurs» [los «veladores», los que están «en vela»].
-Cuéntenos su historia. ¿Cómo creció?
Tenía una pésima relación con mi padre y cuando era adolescente no conseguía tener amistades masculinas. Después entendí y admití que mis tendencias homosexuales eran el síntoma de una “herida”; sólo de esta manera mi sufrimiento empezó a disminuir.
»Ser homosexual es un sufrimiento, no es una elección o un pecado o algo inocuo: conozco a más de noventa personas con pulsiones homosexuales que han sido violadas. Ahora el mundo LGBT me odia por lo que digo, pero se lo repito también a ellos: la homosexualidad es una herida que no se alivia teniendo relaciones. Si no lo admites, nunca tendrás paz.
Jesús es el mejor amigo que jamás podrás conocer
¿Por qué es bueno tener un plan de vida? Un plan de vida es una serie de prácticas de piedad que hacemos todos los días. Y a veces podemos pensar pero… ¿para qué? ¿Es obligatorio? No todos los días me apetecerá ir a Misa, o rezar el Rosario, o hacer el examen de conciencia por la noche: me quita mucho tiempo tanta obligación. ¡Pues no! Ahí está el problema: “esto nos pasa porque vemos el trato con Dios como una serie de obligaciones externas, no como un deseo de tratar a Dios personalmente”.
Lo primero que debemos hacer es quitarnos ese miedo a ese Dios que en verdad no existe. “Yo te recomiendo que te hagas ateo de ese dios cruel, de ese dios que te está mirando con el dedo levantado, de ese dios que es indiferente a lo que te pasa y a lo que le cuentas, de ese dios lejano, de ese dios concepto. Esa imagen de Dios hay que dinamitarla, hay que hacerse ateo de ese dios cuanto antes, por la sencilla razón de que no existe”. Si leemos bien el Evangelio, parándonos en cada pasaje y contemplando los sentimientos que tenía Jesús, nos daremos cuenta de que Dios es bueno (es misericordioso, llora por sus amigos, se alegra por ellos, respeta su libertad…). “Ese es el Dios que te pregunta si quieres conocerle; si quieres dejarle que te ayude, que te quiera, que te sane de tus enfermedades, y que alivie tus preocupaciones”.
Pues bien, ese es el problema: muchas veces nos cuesta tratar a Dios porque “tenemos una imagen de Dios como un personaje antipático, ausente e indiferente a tus problemas”. ¡Que no! Que a Dios le importas y te quiere con locura. Y entonces, cuando conocemos realmente cómo es Dios, ese tratarle, ese plan de vida empieza a tener sentido.
Y pueden surgir las siguientes preguntas: “¿No es mejor hacer las cosas solo si ese día siento que tengo que rezar o ir a Misa? ¿Para qué ponerme unas normas fijas si no sé si podré cumplirlas? ¿No es fácil que caiga en el “cumpli-miento” y esté más preocupado en poner la x al cumplir las normas que en cumplirlas bien?” Al igual que cuando alguien tiene un novio/a y quiere que ese amor crezca, le trata todos los días para que ese amor no se enfríe; con Dios ocurre lo mismo. Por eso, este plan de vida es una manera de conseguir que el trato con Dios no se apague. Hablar con Dios cuando me apetezca, cuando lo necesite, sólo cuando tenga tiempo… hará que el trato se enfríe y además será signo de pereza y egoísmo.
“Por eso, el único secreto de un plan de vida bien vivido es hacerlo por amor… no como una obligación externa”. Debemos tratar a Dios de una manera personal, sin pensar que se trata de una serie de devociones, y de esta manera seremos felices.
Y la gran pregunta es: ¿qué prácticas de piedad hago? Las que tu veas después de hablarlo con Dios y después de las ayudas que hayas recibido de tu director espiritual. Piensa y habla con Jesús si cada mañana después de levantarte puedes hacer el ofrecimiento de obras; si puedes ir a Misa todos los días o los días que te propongas; si puedes rezar el Ángelus al mediodía; si puedes hacer la Visita al Santísimo y rezar el Rosario; y por último, si puedes hacer el examen de conciencia y las Tres Avemarías de la noche. Una vez que lo tengas, pídele ayuda al Señor para que a la hora de cumplirlas no venga la pereza.
Y si luchas por cumplir esto sin escusas de exámenes, de falta de tiempo, de que es verano, de que no me apetece… si lo cumples siempre “sabrás que tu amor a Dios es cierto porque va acompañado de las obras”. Y de esta manera verás como el amor a Dios va creciendo y necesitarás la oración, la Misa, el trato con Él. “Verás como Dios no defrauda nunca. Es el mejor amigo que jamás podrás conocer”.
Elena Cepeda @cepe95 Estudiante de Óptica y Optometría en la UCM
Reflexión en tornos al libro “A Dios le importas” de Antonio Pérez Villahoz
«¡Católicos, salid del armario, dejaos ver!» Pilar Rahola
La periodista habla con jóvenes católicos de Barcelona
Pilar Rahola: «Si los políticos cumplieran los diez mandamientos, iríamos muy bien»: Mucho se ha hablado de la visita de Pilar Rahola al café joven Youcat para tener un encuentro con los jóvenes católicos, todo ello organizado por el delegado de la juventud del arzobispado de Barcelona (www.delejovebcn.org), mosén Bruno. En el último Youcat del curso son los jóvenes, adolescentes, muchos ya universitarios, los que hacen la elección del personaje a modo de colofón del curso. Decidieron, confirman a Religión en Libertad, traer a alguien no católico.
Pilar Rahola en un acto de Iglesia: “Lo sugirieron los jóvenes”, comenta mosén Bruno. “Pilar Rahola es una persona que tiene muchos registros y con un línea fuerte en artículos de La Vanguardia que tiene un punto interesante; y que habla también sobre el temas de la religión y concretamente del cristianismo. No le preguntes de moral, pero sí es una persona influyente. Estimula a los jóvenes. No viene a cargarse nada. Tiene un punto polemista, a veces, aunque ella misma dice que nos fijamos en esas páginas críticas solamente, pero no en todo lo que escribe. No hay ninguna aspiración en concreto; más bien una reflexión sobre la religión, en este mundo un poco laicista”.
Jesucristo no puede ser un barniz de nuestra vida
En 1993 la Madre Teresa de Calcuta escribió una carta a las hermanas de la congregación que decía: «Me preocupa el pensamiento de que alguna de vosotras aún no haya encontrado a Jesús individualmente, tú y Jesús solos. Podemos pasar mucho tiempo en la capilla, ¿pero has visto con los ojos del alma el amor con el que Él te mira?, ¿conocéis verdaderamente a Jesús vivo, no de los libros, sino de estar con Él en vuestro corazón?, ¿habéis oído las palabras de amor que Él os dirige?… nunca abandonéis este íntimo contacto diario con Jesús como una persona viva y verdadera, no como una idea«.
Y así es. En un mensaje tan breve, la Madre Teresa fue capaz de sintetizar la vida cristiana: el relacionarse con Jesús, no como una idea, un concepto, sino como «una persona viva y verdadera». Y el hecho es, que cuando lo pensamos fríamente, muchas veces descubrimos que el hecho de que Cristo esté vivo y presente en nuestras vidas… no nos cambia nada. Hacemos las cosas de forma mecánica, nos deprimimos o nos agobiamos por cualquier cosa, «tengo muchos trabajos», «éste me ha dicho no sé qué»…nos quedamos con las pequeñas cosas y nos olvidamos de lo más importante: ¡que Dios te quiere locamente! Piénsalo bien: Dios ha dado su vida por salvarte, todos los días de tu vida está ahí para lo que quieras, sólo desea quererte, todo depende de Él…¿y nos venimos abajo porque han eliminado al Madrid de la Champions?
Pescador de hombres
Existe una canción que se llama «pescador de hombres», que probablemente conozcas, y dice:
¿Recuerdas aquel cartel norteamericano de reclutamiento que decía «I want you»? pues Jesús también te quiere en su equipo. Sin embargo, en aquel cartel norteamericano pedía ciertas aptitudes personales, ciertos mínimos (edad, altura, condiciones físicas…). Dios no pide nada, no pone requisitos mínimos «Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan sólo quieres que yo te siga». Sí, Jesús te quiere a ti en concreto. Con tus fallos, tus alegrías, tus tristezas, tus virtudes, tus defectos… no busca ni a sabios ni a ricos, sólo que tú le sigas. Para Él eres irremplazable. Incluso aunque a veces pensemos que somos un desastre, incluso cuando ni nosotros mismos nos aceptamos… Él sigue buscándote, sigue yendo a la orilla para salir a navegar contigo.
Hacer reflexionar sobre la actitud de lo
Hacer reflexionar sobre la actitud de los cristianos ante sus hermanos perseguidos El silencio culpable – YouTube http://ow.ly/NZbq5
Comenzar y recomenzar: «Tú no me miras con los ojos que yo me miro»
H
asta hoy siempre me había desesperado cuando no salían las cosas como yo quería. Nos suele doler a todos ver cómo lo que te propusiste, lo que sabías que tenías que hacer, no sale. Es más, que incluso lo haces peor que antes. Empiezas a pensar que no sirves para esto, que te queda grande la vida y, más aún, el reto de ser cristiano. Que no merece la pena luchar por lo crees, que el mundo está como está y que ya bastante haces. Millones de teorías te y me inundan la cabeza… y es tan fácil creértelas…
Gracias a ti, Dios mío, mi propósito, mi vocación, es seguirte, conocerte, tratarte y amarte. Y por eso sé que tú no me miras con los ojos que yo me miro. Te tengo que dar las gracias porque cuando me miras –cuando Dios nos mira, a ti también- no ves el fracasado que injustamente yo veo, no ves a alguien que hace mal las cosas, no ves a un miserable. Tú Señor ves todo lo contrario.
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