Gracias, perdón y ayúdame más

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¿A que alguna vez, en momentos de bajón, te ha dado por pensar que eres un desastre? ¿O que, comparado con otros, no vales para nada? Pues eso se acabó. Debemos aceptarnos como somos.
Dios nos ha creado con nuestras limitaciones, no porque se halla equivocado, sino porque Él me ha querido así y me ama… y no podemos pensar que el otro hace cosas mucho más grandes en comparación a las nuestras. “Al paso de Dios debo ir yo. Dios me marca un paso. Ahora quiere eso de mi, y me da su gracia para hacerlo, y… lo hacemos juntos”. Y por pequeño que nos parezca, si es lo que Dios me pide y cumplo su Voluntad dándolo todo, será lo más grande porque “lo que sí me pide Dios es que mi donación sea total, que le de todo”.
Aún así, puedes pensar: “pero es que soy un desastre, siempre cometiendo fallos…”. En estos casos pide perdón a Dios. Pero no pidas perdón por una lista interminable de cosas: “el cristiano debe vivir en la humildad. Vivir en la humillación constante es algo bien distinto a vivir en la humildad”.
Y que no se te olvide darle las gracias. Y te preguntarás… ¿por qué le voy a dar gracias si he fallado? Por tu humildad y tu sinceridad. “Gracias a Dios porque te das cuenta de que aquello está mal hecho; y gracias a Dios porque lo reconoces”. Y no solo eso, sino que además Él te perdona y se alegra de que tú lo hayas reconocido. Cada vez que tropiezas, Jesús te tiende su mano y te levanta de la caída. Pídele ayuda para mejorar y lucha para no caer más. Y si vuelves a tropezar, Él te volverá a poner en pie. Levántate de nuevo y sigue adelante con una gran sonrisa, siempre con el deseo de ser mejor. De esta manera, a base de caer, recomenzar y luchar estarás haciendo escalones para llegar a lo más importante: el Cielo.

Elena Cepeda * @cepe95 

Estudiante de Óptica y Optometría en la UCM. Portavoz de fearless!

Reflexiones en torno a “Dios en Off” de José Pedro Manglano  @manglano_org

Un comentario sobre “Gracias, perdón y ayúdame más

    Alejandro Palacios Martin escribió:
    3 agosto, 2014 en 21:53

    Impresionante, soy de la opinión de que todos somos muy parecidos, no hcemos lo que debemos, pedir perdón a Dios Misericordioso, la mejor solución, somos hijos de Dios, un Dios que perdona, que más podemos pedir. si la gracia necesaria para salir y volver a empezar, luchar .

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